domingo, 6 de noviembre de 2011

El autentico valor del vino

Muestras para en consejo regulador
Excursión. Nos vamos de bodegas con la cuadrilla. ¿A qué bodega vamos? Da igual tu tira y probamos. Me han dicho que tal... un conocido estuvo en... en fin. Pues vamos en busca de esas que pocos conocen. La mejor idea. Así aparecimos en Cordovín en busca de la esencia del lugar; el Rosado. ¿Quién busca casa rural para ir? ¿el de siempre? ¿quién si no? jejeje. Y menuda casita!! Viña Cordovín. Una impresionante y preciosa casa rural con 5 habitaciones con tele y baño, cocina pequeña pero suficiente, saloncito y comedor, patio privado y la joya de la corona; una buena barbacoa con unos buenos fardos de sarmiento para liar una buena ¡Como dios manda!

Nada más llegar al pueblo, una recepción de lujo; la dueña nos esperaba con los una gran amabilidad e incluso nos mostró los "calados" (galerías de las bodegas) de la familia y los "lagos" (recintos cuadrados de cemento donde se pisa la uva). Catamos y dimos buena cuenta del vino que la familia tenía para consumo propio en su compañía. Lo más importante era que ya íbamos viendo lo que nos deparaba esta salida en busca de lo mas tradicional del mundo del vino. Aquella forma de ver este impresionante y laborioso mundo nos empezaba a enganchar. Coger las copas en aquella cueva, lavarlas al agua, sacar una jarra y subiendo por una escalera coger el clarete directamente de los depósitos de cemento por un orificio superior no tenía precio. Era la autentica esencia del mundo de la vid.


Continuando con las visitas, el dueño de la casa nos llevo a la bodega de los Hermanos Lozano. También en el propio pueblo de Cordovín. Estos últimos, aunque de manera más industrial, necesaria para abarcar la demanda de sus vinos,  seguían manteniendo su esencia tradicional. Sus manos teñidas con los pigmentos naturales de la materia prima daban buena cuenta del trabajo dentro y fuera de aquella pequeña nave industrial.


¡Estáis de suerte porque vais a poder ver al vino "hirviendo"! No sabiamos muy bien que quería decir eso. Pero pronto lo pudimos ver en vivo y en directo. "El vino hervía". Literal. Los gases producidos por la fermentación del mosto producían burbujeo en aquel rojo sangre fluido.



Aquí también el trato fue agradabilísimo. Los hermanos nos mostraron de buen gusto todo el proceso de producción. Aquí en lugar de tener un lago donde pisar la uva a la antigua usanza (por razones obvias de las cantidades y la demanda de producción), poseen dos grandes prensas. Cuanto más tiempo dejemos en contacto el mosto con las pieles, mayor intensidad en el color que adquiere el jugo. 

Prensas
Recogida del raspón
Con el raspón se puede hacer negocio vendiéndolo a alcoholeras para producción de orujos,...
 El jugo se almacena en grandes contenedores metálicos donde se le aportan las condiciones optimas para su autodefinición interna: fermentación alcohólica; conversión del azúcar del mosto en alcohol mediante las levaduras naturales de la cepa  y la fermentación maloláctica; conversión del ácido málico (aporta acidez) en ácido láctico (más suave). Como toda buena fermentación, produce gases (el "tufo"; peligrosas emanaciones de CO2 que ponen en peligro la vida de los operarios que se adentran en los lagos y calados en plena faena de fermentación) y estos producen burbujeo en el mosto y futuro vino.


 


Ahora el precio de vino tiene otro concepto añadido para nosotros. Esta experiencia nos ha mostrado el verdadero valor y costo de esa botella que compramos en un restaurante o centro comercial. Toda una joya - el laborioso proceso - que nunca debería olvidarse y perderse. El progreso y la demanda hacen precisar de técnicas más industrializadas y dejar de lado toda la parafernalia tradicional. Es fácil decirlo desde fuera y difícil hacerlo estando dentro de este circulo, pero jamás deberían olvidarse las viejas tradiciones que contengan tantísimo valor adosado.
Todo un placer de estancia y visita que aconsejo a todo el mundo.