lunes, 20 de junio de 2011

El desayuno y el sueño


Un día me desperté en un sueño donde me encontraba frente a mi desayuno y el periódico. Abrí el periódico y era como si no existiesen ni los diestros ni los zurdos. A la gente le importaba más el qué escribir que el cómo hacerlo. Sonriendo porque ahora sí que se podía entender a todo aquel que quería contar algo. Mientras, una cálida luz entraba por la ventana e inundaba la estancia.

Desperté del sueño y frente al periódico, comprobé que seguía todo igual. Unos escribían con el corazón mientras otros lo hacían con la cartera.

Se escuchó a un niño decir: ¡eso es mentira! ¡las carteras y los corazones no escriben!
Otro niño le contestó: No seas tonto. Todo el mundo sabe que las carteras sí escriben. Lo que es mentira es que los mayores sueñen. Ya no lo hacen. Dejaron de hacerlo hace mucho y sus corazones no tienen nada que decir.

Los movimiento que nacen del mundo de los sueños cambiarán el mundo de lo real.

y entonces... desperté.



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